Cierra el pico

@mmetafetan

Filóloga y correctora con hijoputismo congénito. Probablemente tenga mucho que decir de lo que dices, sobre todo cómo lo dices
flavors.me/madametafetan

Comer pensamientos

Que a @blairdk le suspenda la cuenta un imbécil durante unas horas, a nadie le preocupa; ahora, si desaparece la cuenta de @albertpelias, Twitter se convierte en la cofradía Jedi y siente una gran turbación en la fuerza.

El viernes por la noche todo el mundo estaba consternado con semejante ausencia, todo el mundo lo comentaba y yo no sabía muy bien qué había ocurrido. De esto que, mientras estás buscando en el timeline qué es lo que ha ocurrido, lees esa frase tan de funeral que es «siempre se van los mejores». ¡¡¡¿¿¿QUÉ???!!! ¡Vamos, anda ya! Lo que me faltaba por leer, justo cuando averigüé qué es lo que había ocurrido. Derrida se revolvería en su tumba ante este relativismo intelectualoide.

Todo porque se le ocurrió hacer una gracieta a lo @masaenfurecida metiéndose con los canarios, un montón de gente se sintió ofendida, pidió «disculpas» y desapareció. Unos decían que le habían suspendido la cuenta y otros decían que la había cerrado él después de todo lo ocurrido, apoyándose en que, cuando Twitter suspende una cuenta, eso es lo que dice la pantalla si entras en ese usuario.

¿Y yo qué pienso? En el caso de que sea lo primero, no será la primera vez que se pide la suspensión de una cuenta por hacer apología de los desórdenes alimenticios o porque unas cuantas petardas se dedican a acosar a una compañera de clase. ¿Cuántos «report spam» se necesitan para hacerlo? Ni idea, la verdad, y si así ha sido, todos sabemos lo caro que puede resultar a veces hacer un chiste en Twitter, debido a la ausencia de rasgos suprasegmentales (entonación, gestos) y al incipiente analfabetismo funcional que padecen unos pocos. Te arriesgas incluso a que una tontería entre amigos sea magnificada por otro imbécil, que además te conoce pero que ha decidido olvidar lo que sabe de ti.

¿Y si es lo segundo? Si no eres capaz de asumir tus palabras, no las digas. Sí, tras leer el pésame antes citado me puse en plan profético para evitar dar más bola al asunto, por lo menos en lo que a mí me tocaba, mencionando a dicho tuitero. Quizá decir que es un cobarde es exagerado, pero si reaccionas así porque un montón de gente se te ha echado a la yugular es que te falta algo: no voy a aventurar el qué. La ventaja del texto escrito sobre el hablado es que tienes un tiempo para planear lo que vas a decir, para planear el modo, ya que te faltan esos rasgos que le dan expresividad a lo dicho, y más en Twitter, que lo tienes que ajustar a 140 caracteres. En todo ese proceso, ¿no te da tiempo a pensar en las posibles reacciones que puede haber?

Y luego resulta que yo soy una trol. Sí, lo soy: digo muchas cosas para picar a la gente pero la provocación siempre es controlada. Siempre sabes dónde hace daño, sabes aproximadamente las reacciones que va a haber y si no te sientes capaz de asumirlas, te callas y punto. Sí, yo me muerdo la lengua infinidad de veces porque sé la bola de nieve que hubiera podido generar si hubiera dicho alguna cosa. Alguien pensará que entonces yo también soy una cobarde. Puede. Pero me da igual si vivo más tranquila y sin crearme problemas absurdamente.

Etiquetado , , , , , ,

8 pensamientos en “Cierra el pico

  1. Antes de nada, qué hijo de mala madre el que le suspendiera la cuenta a @blairdk. Y sí, siempre ha habido clases en Twitter, por desgracia.
    Por lo demás, amén a casi todo el artículo, con ciertas excepciones y cosillas derivadas que creo que deberían tenerse en cuenta.
    Lo primero: todos somos responsables de lo que decimos, tengamos cinco o cinco mil seguidores. Es cierto que @albertpelias suele/solía distinguirse por tuitear de modo salvaje a menudo, pero no supo o no quiso asumir su responsabilidad.
    Lo segundo: el peso de ciertos sectores regionales en Twitter. Nos reímos de las beliebers cuando día sí y día también cuelan un TT, pero no hay algunas regiones que te asaltan cual jauría si les tocas algo. El mismo @albertpelias había dedicado lindezas similares a otras comunidades, pero no obtuvo una respuesta ni parecida a la de Canarias.
    Lo tercero: al margen de todo lo anterior, qué falta de sentido del humor hay últimamente por Twitter. Una falta de sentido del humor que, de paso, se une a la falta de sentido crítico y sentido común.
    Lo cuarto: yo también me muerdo la lengua en Twitter. Muchísimo. Pero una burrada al año no hace daño.

  2. ferendusus dice:

    un día hablaré del colectivo gatuno..

  3. He llegado hasta aquí por medio de mi búsqueda de información sobre el ya dichoso y casi canónico @albertpelias Bueno, creo que me he aventurado mucho con lo de dichoso…

    Para empezar, me gustaría aclarar dos cosas: Fui YO quien subió la famosa imagen «recopilación» de VistoenFB sobre este polémico asunto; imagen que, casi instantáneamente, fue retirada de la web por reporte masivo como inapropiada. Sí, no fui muy objetivo con la selección de tweets en contra, y mucho menos con los que le apoyaban. De hecho, si habéis guardado la imagen o la buscáis en Google, podéis comprobar que me incluí a mí mismo como uno de los twitteros ofendidos. Pero siempre desde el humor, que al parecer es lo que ha faltado aquí. Cito mi tweet de respuesta:

    «Chooss, loco, ¿dónde están esos canarios ahí unidos para partirle la crisma al @albertpelias? Cosa mala el personaje, muyiayio»

    Me gustaría que quedara en constancia que no es más que una burda imitación de un canario ofendido (nótese el «choos, loco» y el «muyiayio»). Ni he pretendido ofender a los canarios y mucho menos incitar al apaleamiento masivo de @albertpelias. Si ha llevado a la confusión, pido disculpas.

    Pero volvamos al asunto. En mi opinión, aquí ha faltado humor, sí, como ya he dicho, pero se ha transgredido la dignidad de un colectivo muy grande, y eso ya es un tema muy serio: Canarias en general, la calamidad y crítica situación de todos los herreños, y el colectivo laboral de todos los limpiacristales y camareros de ESPAÑA, no sólo de Canarias. Dudo mucho que @albertpelias haya querido denigrar únicamente a los limpiacristales y camareros canarios; de ser así, tenemos otro caso de xenofobia encubierta en nuestro TL.

    Lo más grave de todo este asunto no ha sido la desfachatez con la que un usuario tan reconocido se ha mofado públicamente de una desgracia ajena, pues tweets como ese podemos leer cada día y asombrarnos apenas, sino más bien el revuelo que se ha formado con todo este asunto. Como bien has dicho tú, @mmetafetan: «Si no eres capaz de asumir tus palabras, no las digas», yo añadiría «…y si lo haces, afronta las consecuencias». Es muy fácil pedir perdón y marcharte sin más, pero supongo que es mejor eso a fingir indiferencia y seguir twitteando como si no hubiera pasado nada. Claro, cuenta con el apoyo de muchos twitteros (todos, o casi todos, igualmente reconocidos) que le seguían desde tiempos inmemoriales y compartían su humor, pero Twitter somos todos, y le sigamos o no, el asunto nos afecta en menor o mayor medida, sobretodo cuando nos vemos atrapados en el fuego cruzado que se ha generado. Peninsulares indignados por la marcha de una de sus estrellas arremeten contra insulares ofendidos; insulares ofendidos respondiendo groseramente a peninsulares indignados. Y así. Cabe mencionar que no meto a todos los canarios en un costal y a todos los peninsulares en otro, pues hay quien se decanta por un lado o por otro, hay gente más educada y otras mucho menos.

    Estoy completamente en contra de esta barbarie, y me ofende como español que soy que gente de cualquier rincón del país insulte a otra por sus diferencias ideológicas. Cada uno es libre de PENSAR lo que quiera, siempre y cuando respete la línea entre PENSAR y HACER PÚBLICO.

    Me gustaría además hacer incapié en otro hecho que ha surgido hace poco: la web que homenajea a @albertpelias mostrando el famoso tweet y un lazo de luto en su honor. No sé si muchos son conscientes de que el apoyo que le dan a esa web no representa únicamente vuestro apoyo al famoso tweet, sino a toda la polémica y a la barbarie que está sacudiendo Twitter, así como además os sumáis al desprecio mutuo que se están profesando ambos ambos. Quiero decir, si recordáis a @albertpelias, recordadlo por las veces que os hizo reír, pero recordadlo, nada más, no hagáis de él un mártir que lo último que consiguió fue quebrar aún más la poca integridad moral y el respeto que nos quedaba. Quizá no fuera esa su intención, pero es lo que ha ocurrido.

    Y hasta aquí mi humilde opinión.
    Quien quiera contactar conmigo, es libre de hacerlo.

    • Me gusta que comentes que fuiste tú quien subió la imagen, la cual no la he enlazado porque no sabía a quién atribuirla.
      Efectivamente, falta humor, pero en ningún caso se justifica el convertirle en mártir: mi idea es la que ya he dicho y tú has citado. ¿Qué necesidad hay a molestar a un colectivo? Ninguna. Ante todo, hay que ser respetuosos

  4. Siento diferir. No creo que sea justo criticar a @alberpelias

    En esto del humor sangrante de twitter estamos tanteando. En el fondo se pone públicamente lo que ya se dice en círculos privados de toda la vida, los chistes sangrantes de Madeleine o de Irene Villa, que en la vida real siempre han dado pie a chistes que enseguida se han vuelto populares, ahora se dan en twitter.

    Puede que sea difícil de soportar si uno se siente afectado, pero es bastante hipócrita saltar y lanzarse contra un autor como @alberpelias cuando esto pasa, y estar riéndose de otros chistes similares sobre otro tema al día siguiente.

    Yo, lejos de criticar a @alberpelias lo que quiero es que vuelva y que mande a tomar por culo a los subiditos que le han criticado, porque son unos hipócritas y si empiezan a creer que pueden con este tipo de twitteros que dan la cara (no se esconden detrás de cuentas fakes) vamos a empezar a ver cómo vamos todos detrás. Aunque ya adelanto que a mi si me trollean y amenazan, a lo mejor me dan más ganas de hacer el burro. Censura ninguna y autocensura menos.

    • La diferencia es que esos chistes los haces en el ámbito privado, cuando conoces a tu interlocutor y eres capaz de saber cuál va a ser su reacción, pero no en público, cuando hay miles de receptores, la mayoría de ellos desconocidos.
      Es una cuestión de adecuarse a la situación, no de autocensura.
      Todo el mundo es libre de decir lo que quiera, pero que se atenga a lo que dice el refrán: «el que dice lo que no debe escucha lo que no quiere».
      Y que sigan así: será un método fabuloso para unfollowear gente.

      • Pero esos chistes del ámbito privado acaban llegando a casi toda la población, se puede decir que se hacen públicos, pero sin conocer al autor, esa es la diferencia.

        Pero vamos, tú unfollowea si quieres, que habrá miles de personas que seguirán a gente como @albertpelias

        Solo hay que ver el éxito que han tenido @masaenfurecida la gente les sigue y no por su foto de avatar precisamente. Lo interesante sería preguntarse por qué tienen éxito, a lo mejor es porque vivimos en una sociedad altamente hipócrita, que «oficialmente» reprueba esos chistes, pero luego se corre del gusto escuchándolos.

Replica a Madame Tafetán Cancelar la respuesta